NUEVO TRIUNFO CONTRA EL SIDA TESTIMONIO OMNILIFE




Hola, soy Belisario Caicedo Quinayas toda mi experiencia empieza en marzo de 2006 cuando por unos fuertes dolores abdominales, una diarrea constante y una intolerancia total hacia algunos alimentos me remiten donde un medico gastroenterólogo con diagnostico SII (Síndrome de Intestino Irritable) comúnmente conocido como colon irritable.
El tratamiento a seguir fue tres tabletas diarias de Trimebutina de 200mg y aparte me dan muchas recomendaciones nutricionales que incluían no comer casi nada porque todo me caía mal, pesado, no digería; mi sistema digestivo se volvió intolerable, la dieta a seguir fue tan rigurosa que empecé a perder peso rápidamente: de pesar 69 kg., que era mi peso promedio llegué a 49 kg.
Así pasaron ocho meses de dolores constantes y diarreas recurrentes acompañados de momentos de depresión en los que deseaba no sentir más dolor, y lo único que me decía el médico era: "deje de comer cosas que lo irritan y tómese la medicina". Me la pasaba en mi casa, tirado en la cama, aguantándome los cólicos y en el baño todo el tiempo porque la diarrea no cesaba, solo comía cosas livianas como sopas y jugos por temor a los cólicos pero lo tenaz es que además empecé a vomitar todo lo que comía. Perdí mucha fuerza, me sentía realmente muy mal.
Y me veía aún peor, a veces me sentaba a llorar de ver que mi ropa me quedaba muy grande. Era impresionante ver cómo estaba de delgado en aquella época. Nunca he sido gordo pero ese era el límite para mí. De pronto empecé a notar que no tenia fuerzas para caminar que me cansaba con facilidad y me agitaba mucho, me faltaba el aire cuando estaba de pie y lo único que deseaba era estar acostado pero a veces ni siquiera así me hallaba bien.

Un día intenté sentarme para recibir el desayuno y no pude sostenerme. Ahí comprendí que no podía más. Así que fui para que me atendieran en la clínica por urgencias. Me hicieron muchos análisis entre los cuales descubrieron una falla renal severa y una inflamación hepática aparentemente causadas por el medicamento que me estaban administrando y por los desórdenes alimenticios que se habían generado debido a mi mala nutrición.

Entre las pruebas que me realizaron estaba la prueba
de VIH que resultó positiva y aunque ya venia
preparándome para cualquier cosa, no dejó de ser un
golpe difícil debido al estado de salud en el que ya me
encontraba. Sin embargo el apoyo de mi familia y de
mis amigos más cercanos fue fundamental en el
proceso de aceptar las consecuencias de mi enferme-
dad.
A partir de ahí empezaría todo un proceso, de recupe-
ración física y emocional. El médico que empezó a
tratarme no decía mucho, pero sus expresiones lo
decían todo: estaba realmente enfermo, mis defensas
habían bajado a menos del 2% es decir un nivel de
más ó menos 30 CD4 en mi organismo y el virus había
alcanzado una carga de mas de 130.000 copias, les
explico brevemente lo que esto significa:

El VIH ataca las células de uno de los mecanismos de defensa que se llama la inmunidad celular, estas células se conocen con varios nombres entre ellos células T (ayudadoras ó CD4), estas células son destruidas por el virus, y el organismo tiene que producir muchas más células para reemplazar a las que van falleciendo, de esa manera el sistema inmune trata de conservar el equilibrio. Sin embargo al cabo del tiempo la producción de estas células empieza a disminuir, el organismo ya no es capaz de continuar produciéndolas y entonces el numero total de ellas disminuye y hace susceptible a la persona al desarrollo de diferentes infecciones y otros problemas de salud. Cuando esto ocurre podemos considerar al paciente con menos de 200 CD4: "pacientes enfermos sintomáticos" ó en un estado de la enfermedad por VIH conocido como SIDA. Cuando esto ocurre es necesario iniciar casi de inmediato el tratamiento antirretroviral con el fin de prevenir la aparición de infecciones y enfermedades oportunistas como las que yo había desarrollado en ese momento. Para el médico, era casi imposible ver alguna recuperación en mí y más cuando por problemas con la EPS no podían empezar a administrarme el tratamiento que necesitaba.

Estuve hospitalizado veinte días tratando de aliviar las enfermedades oportunistas que me aquejaban: colon irritado, infección renal e inflamación hepática. Días antes había empezado a consumir productos de OMNILIFE por recomendación de una amiga de mi mamá. Tomaba Fiber'N Plus para mejorar los problemas de colon y Supermix sin leche de vaca para regular mi peso; sin embargo en vez de sentir alivio, mis diarreas se intensificaron y el médico me pidió que dejara de consumirlos pues en ese momento lo más importante era detener la diarrea y evitar la deshidratación.

Dejé de hacerlo más o menos una semana por temor y por lo que me había dicho el medico. En esos días mis niveles de hemoglobina estaban por debajo de 8 y el nivel de potasio había bajado tanto que estuve a punto de sufrir un paro cardíaco por lo que debía permanecer conectado a una máquina que regulaba mis niveles de potasio. Era realmente doloroso sentir cómo el potasio entraba a través de mis venas y causaba un ardor similar al de la sal y el limón en una herida abierta.

Esa misma semana llegaron a visitarme a la clínica con una botella de agua Blu y una megadosis de Alos Beta, Omniplus, Fiber'N Plus, Optimus, Ego Plant, Magnus y Starbien, bien helado y delicioso. Aunque sentí algo de temor me lo tomé. Para mi sorpresa al otro día no hubo ningún tipo de reacción negativa al contrario, mi semblante era otro y eso lo empezaron a notar mis familiares y amigos que me visitaban.

Empecé a comer de todo lo que me llevaban y mi dieta cambió radicalmente. Poco a poco mi organismo se fue regulando y empecé a tolerar los alimentos, así que decidí seguir con el tratamiento de Fiber'N Plus y Supermix.

Salgo del hospital con 49 kg., y como no estaban administrándome los antirretrovirales, decido empezar a tomar mucho Omniplus con el objetivo de mejorar mis defensas. Es entonces cuando decido afiliarme a la compañía y empezar todo este maravilloso proceso de salud y de crecimiento personal.
Mi actitud cambió, dejé de pensar que tenía una enfermedad que me condenaba, para pensar que tenía una oportunidad para ayudar a cuantas personas quisieran dejarse ayudar. Entendí que mi propósito en la vida es éste: mostrarle a la gente que se puede tener calidad de vida aún en situaciones adversas.

Actualmente mis productos base y claves en la recuperación que he tenido son Omniplus, One Per Meal, Supermix y Starbien. El resultado fue que en el control médico más reciente hace 2 semanas, mi hemoglobina había llegado a 15.5 es decir, ¡más que bien!, y mis defensas han subido casi en un 60%, y eso que no empecé el tratamiento antirretroviral sino hasta hace unos pocos días, por eso el médico se quedó sorprendido y manifestó que la recuperación que él esperaba que yo tuviera en 8 o 10 meses la había tenido en menos de 3 meses.


Todo lo he logrado gracias a la disciplina tomando mis productos de los cuales me dijo que no los dejara de consumir, aunque sin descuidar la medicación. Ahora peso 63 kg., es decir, que en estos meses he subido 14 kg. Estoy feliz y más cuando la perspectiva de mejorar es progresiva pues según el criterio del médico en dos meses que me hagan la prueba de la carga viral y el recuento de defensas se espera que ya sea un paciente VIH indetectable, proceso que en la mayoría de los pacientes se demora entre diez y doce meses y yo lo lograré en menos de seis meses de diagnosticado, lo que significa que aunque el virus viva dentro de mí, cada vez es más débil y mi sistema inmunológico se hace cada vez mas fuerte.

Esto es maravilloso y aprovecho para agradecer enormemente a la gente que ha estado conmigo en este magnifico proceso: a OMNILIFE y todas las personas que hacen parte del fabuloso grupo de GENTE SANA donde encontré la motivación para seguir adelante.

Y a ti amigo lector, te doy las gracias por tomarte el tiempo para leer este relato y te invito a que descubras todo lo especial que hay para ti.